jueves, 8 de noviembre de 2012


ENCARNIZAMIENTO TERAPÉUTICO


Hoy ha llegado a urgencias una paciente de 90 años diagnosticada de cáncer terminal. No es apta para quimioterapia y la está llevando paliativos. Cuando llegaron los resultados de la analítica se vio que tenía una hemoglobina baja, le preguntamos al médico que si le sacábamos pruebas cruzadas, nos dijo que no, que le pusiéramos una sonda nasogástrica y le hiciéramos lavados para ver si existía sangre en el estómago.  En todo momento quiso ayudarnos, era una mujer muy agradable, no se quejó cuando le pusimos la sonda o cuando la sondamos para sacarle un urocultivo. Las enfermeras empezaron a hablar del encarnizamiento terapéutico y me ha parecido un buen tema para esta entrada.

La obstinación o encarnizamiento terapéutico consiste en la adopción de medidas diagnósticas o terapéuticas, generalmente con objetivos curativos no indicados en fases avanzadas y terminales, de manera desproporcionada, o el uso de medios extraordinarios o de tratamientos no indicados en aquella situación clínica (nutrición parenteral, hidratación forzada) con el objeto de alargar innecesariamente la vida en la situación claramente definida de agonía.

Las causas del encarnizamiento terapéutico pueden incluir las dificultades en la aceptación del proceso de morir, el ambiente curativo, la falta de formación, la demanda del enfermo y de la familia o la presión para el uso de tecnología diagnóstica o terapéutica.

Entre sus consecuencias, podemos destacar la frustración de equipo y enfermos, y la ineficacia debida al uso inadecuado de recursos. Todos los pacientes tienen unos derechos que expongo a continuación.

DERECHOS DEL ENFERMO TERMINAL

Tiene derecho de ser tratado como un ser humano vivo hasta el momento de su muerte.
Tiene el derecho de mantener una esperanza, cualquiera que sea ésta.
Tiene el derecho de expresar a su manera sus sentimientos y sus emociones por lo que respecta al acercamiento de su muerte.
Tiene el derecho de obtener la atención de médicos y enfermeras, incluso si los objetivos de curación deben ser cambiados por objetivos de confort.
Tiene el derecho de no morir solo.
Tiene el derecho de ser liberado del dolor.
Tiene el derecho de obtener una respuesta honesta, cualquiera que sea su pregunta.
Tiene el derecho de recibir ayuda de su familia y para su familia en la aceptación de su muerte.
Tiene el derecho a morir en paz y con dignidad.
Tiene el derecho a conservar su individualidad y de no ser juzgado por sus decisiones, que pueden ser contrarias a las creencias de otros.
Tiene el derecho de ser cuidado por personas sensibles y competentes que van a intentar comprender sus necesidades y que serán capaces de encontrar algunas satisfacciones ayudándole a enfrentarse con la muerte.
Tiene el derecho de que su cuerpo sea respetado después de su muerte.

Todos estos derechos del paciente paliativo se deben aplicar y conocer. En el caso de la paciente que me ha llevado a hablar sobre este tema no considero que haya encarnizamiento terapéutico como tal pero tampoco me sentí muy cómoda al ponerle la sonda. Todavía le queda tiempo por vivir, lleva una calidad de vida buena viviendo con su hijo y por eso no considero que se actuara mal, pero al ser una mujer tan mayor me llevó a pensar en muchos otros pacientes que he conocido a lo largo de mis prácticas.

Conocí a otra paciente con un cáncer de colon terminal a la que le pusieron una sonda nasogástrica conectada a nutrición enteral, así como un sondaje vesical. La familia quería que se intentara cualquier cosa para salvarla y los médicos actuaron, según mi opinión, a favor de la familia en vez de la paciente. La mujer decía que le dolía, que le molestaba la sonda, que no quería nada más, que ella sabía que se iba a morir y estaba tranquila pero que no quería que su familia sufriera y por eso aguantaba. Al final la paciente habló con su hija y le explicó lo que quería, le retiramos la sonda nasogástrica y tras dos días murió.

Las enfermeras, al pasar más tiempo con los pacientes y las familias, creo que tenemos una visión más humana de nuestro trabajo que los médicos. Nosotras tenemos un papel muy importante y no debemos quedarnos calladas si detectamos algún caso. Este tema es complicado de tratar ya que en él influye mucho las opiniones y las creencias de cada uno pero no se debe olvidar nunca que tratamos con personas que sufren.

Bátiz J, Loncan P. PROBLEMAS AL FINAL DE LA VIDA. SECPAL. Disponible en: http://www.secpal.com/guiasm/index.php?acc=see_guia&id_guia=7

2 comentarios:

  1. La reflexión sobre el encarnizamiento terapéutico es buena, me parece interesante que te hayas dado cuenta que no te resulto cómodo poner la sonda a esta mujer y esto te hizo replantearte si era necesario realizar esta actuación...
    ¿Crees que la enfermera se puede negar a realizar una técnica porque éticamente le cree un conflicto?
    ¿Sé planteo al medico la posibilidad de no poner la sonda nasogastrica?
    Cuando dentro de unos meses seas el profesional responsable ¿como crees que vas actuar o como te gustaría actuar?
    Un último comentario, ¿nutrición parenteral conectada a una sonda nasogastrica?

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  2. le planteamos al médico la posibilidad de no realizar la técnica, llevaba a la paciente una de las residentes y nos dijo que se lo había dicho el adjunto, que ella misma le había preguntado lo mismo y que él insistió en que era necesario.
    Si creo que una enfermera en determinado momento pueda dialogar y negarse a realizar una técnica que no considera buena para el paciente, pero creo que en la práctica no se hace.
    Cuando sea la enfermera responsable si tengo un caso similar hablaré con el médico, que me de los motivos exactos por los que él cree que hay que hacer la técnica y mediante el diálogo intentaría llegar a una solución conjunta.

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